Hace tiempo escribí la reseña del libro Clases de Literatura de Julio Cortázar. Por eso hoy te dejo las 11 frases que más me impactaron de este libro.
- Quisiera que quede bien claro que, aunque propongo primero los cuentos y en segundo lugar las novelas, esto no significa para mí una discriminación o un juicio de valor: soy autor y lector de cuentos y novelas con la misma dedicación y el mismo entusiasmo.
- No soy sistemático, no soy ni un crítico ni un teórico, de modo que a medida que se me van planteando los problemas de trabajo, busco soluciones.
- Creo que a lo largo de mi camino de escritor he pasado por tres etapas bastante bien definidas: una primera etapa que llamaría estética, una segunda etapa que llamaría metafísica y una tercera etapa, que llega hasta el día de hoy, que podría llamar histórica.
- Al mismo tiempo que mi mundo estetizante me llevaba a la admiración de escritores como Borges, sabía abrir los ojos al lenguaje popular, al lunfardo de la calle que circula en los cuentos y las novelas de Roberto Arlt.
- Siempre he escrito sin saber demasiado por qué lo hago, movido un poco por el azar, por una serie de casualidades: las cosas que me llegan como un pájaro puede pasar por la ventana.
Lee aquí la reseña de Clases de Literatura de Julio Cortázar
- La literatura que constituía una actividad fundamentalmente elitista y que se autoconsideraba privilegiada fue cediendo terreno a una literatura que en sus mejores exponentes nunca ha bajado la puntería ni ha tratado de volverse popular o populachera llenándose con todo el contenido que nace de los procesos del pueblo de donde pertenece el autor.
- La narrativa del cuento, tal como se lo imaginó en otros tiempos y tal y como lo leemos y lo escribimos en la actualidad es tan antigua como la humanidad.
- Alguna vez he comparado el cuento con la noción de la esfera, la forma geométrica más perfecta en el sentido de que está totalmente cerrada en sí misma y cada uno de los infinitos puntos de su superficie son equidistantes del invisible punto central.
- En América Latina […] hay un público lector que espera cuentos, de alguna manera los reclama y los recibe con el mismo interés que recibe la novela.
- Una de las formas en la que lo fantástico ha tendido siempre a manifestarse en la literatura es en la noción de la fatalidad; lo que algunos llaman fatalidad y otros llamarían destino.
- Así era Roque: podía jugar hablando en serio porque evidentemente el tema le interesaba por razones muy salvadoreñas y a la vez era un gran juego en el que se divertía profundamente.