Sin duda la Revolución Mexicana es uno de los momentos más impactantes para la historia de México. Un momento en el que hombres y mujeres tomaron las armas para exigir sus derechos básicos.
En la literatura post revolución mexicana hubo un hombre que fue capaz de plasmar de forma oportuna cómo se vivieron los años después de la revolución, este personaje lo plasmo no sólo en sus libros sino también en la fotografía, reconocido mundialmente por su obra Pedro Páramo (Editorial RM, 2019): Juan Rulfo.
Además, de Páramo, Rulfo escribió uno de los libros de cuentos más importantes de su época, El llano en llamas (Editorial RM, 2019). En él se encuentra el cuento Nos han dado la tierra.
En este cuento conocemos a cuatro personas: Meliton, Faustino, Esteban y el narrador, quien nunca nos dice su nombre. No sabemos si son jóvenes o son adultos, lo que nos dejan en claro desde el principio es que han caminado varias horas para llegar al llano Grande, para conocer la extensión de tierra que les fue dada por parte del gobierno.
En el transcurso del cuento, el narrador nos va contando sobre su desesperanza con estas tierras, ya que en este llano no se paran ni los zopilotes. No hay ni un árbol, ni una semilla, ni una raíz. Pero, el gobierno estaba cumpliendo con una de las demandas de la Revolución Mexicana: tierras para los campesinos.
Y sí, estaban dando tierras aunque éstas fueran como si no les dieran nada. En este cuento publicado originalmente en 1945, Rulfo comienza a mostrarnos los horrores que atormentaron a diversos poblados después de la Revolución y cómo a pesar de que les han dado la tierra, cuando llegan al pueblo la tierra que les han dado se queda aún allá arriba, allí donde no queda ni un gramo de esperanza.