Portada de Cuchillo. Meditaciones tras un intento de asesinato de Salman Rushdie, de editorial Random HousePortada de Cuchillo de Salman Rushdie

La semana pasada escribí sobre Cuchillo. Meditaciones tras un intento de asesinato (Random House, 2024) del escritor británico-estadounidense Salman Rusdhie. Por eso ahora te comparto las 34 frases que más me impactaron de este libro.

  • Dicen que las últimas palabras de Henry James fueron: «Bueno, por fin ha llegado, esa cosa tan distinguida». La Muerte venía por mí, solo que yo no la encontré nada distinguida. Anacrónica más bien.
  • En la muerte todos somos personas del ayer atrapadas para siempre en el pretérito; esa era la jaula en la que el cuchillo quería encerrarme.
  • El mundo de Eliza se desintegraba por momentos. La vida de amor que habíamos construido en los últimos años había llegado a un violento final.
  • Aquella noche, en la cama con Zafar, Natalie dice que «el mundo se nos caía encima, silencioso y oscuro». Zafar se pasó la noche llorando. «Parecía un niño pequeño con ganas de abrazar a su padre —escribió Natalie—. Él sabía que, si se quedaba dormido, cuando se despertara su padre quizá ya no estaría aquí».
  • Estaban mirando lo que yo no podía ver: mi persona.
  • En mi estado de semiinconsciencia sedada, solo pude alegrarme de que estuvieran allí.
  • Cuando notas en la cara el aliento de la Muerte, el resto del mundo queda muy atrás y puedes experimentar una enorme soledad.
  • Si te conviertes en objeto de odio, siempre habrá quien te odie. Así había sido en mi caso durante treinta y cuatro años.
  • Siempre he creído que el amor es una fuerza, y que en su forma más potente es capaz de mover montañas. Puede cambiar el mundo.
  • En el momento de mi máxima debilidad, ella se convirtió en mi —nuestra— irrompible roca.
  • «Tenemos que dejar constancia de todos esto». Este fue quizá mi primer pensamiento coherente.
  • Creo que el arte es un sueño de vigilia.
  • A lo mejor mis libros me han salvado la vida.
  • No recuerdo ira de ningún tipo. Creo que la ira debió de parecerme un lujo inútil. No servía de nada, y yo tenía asuntos mucho más importantes que atender.
  • El cuchillo me había separado del mundo a tajo limpio, confinándome a aquella ruidosa cama.
  • El lenguaje también era un cuchillo. Podía cortar el mundo en dos mitades y revelar sus significado, su funcionamiento interno, sus secretos, sus verdades.
  • El 8 de marzo de 2023, casi siete meses después de que el cuchillo me traspasara la palma de la mano, los resultados fueron buenos.
  • Lo más fastidioso del atentado es que me han convertido una vez más en alguien que yo me había forzado mucho en no ser.

Lee aquí la reseña de Cuchillo de Salman Rushdie

  • Hablemos entonces a nivel nacional. ¿No te parece que el asesinato es el deporte estadounidense por excelencia? Los estadounidenses se asesinan unos a otros a diario en grandes cantidades.
  • El arte enfrenta la apasionada visión personal del artista a las ideas dominantes de su época.
  • El arte no es un lujo. Es algo esencial al género humano y no demanda ninguna protección especial salvo el derecho a existir.
  • Estaba teniendo lo que Kundera creía imposible: un segundo intento de vida. Había sobrevivido contra todo pronóstico.
  • Tener la reconfortante sensación de que, mirara a donde mirase, mis amigos me abrazaban, fue importante a la hora de considerar qué nuevos pasos debía dar para reintegrarme al mundo.
  • Para ser sincero, este era y es un libro que yo hubiera preferido con mucho no tener la necesidad de escribir.
  • Un libro sobre un intento de asesinato podría ser la manera de que el cuasiasesinado se enfrente a lo ocurrido.
  • Yo ya no era una persona a la que temer. En términos generales, el cariño había sustituido al miedo. Para cuando regresamos a Nueva York, yo ya tenía bastante claro en qué debía centrarse la segunda oportunidad que me brindaba la vida: en el amor y en el trabajo.
  • Cuando los creyentes creen que lo que creen debe ser impuesto a los no creyentes, o cuando creen que a los no creyentes debería prohibírseles expresas saludable y humorísticamente su descreimiento, entonces hay un problema.
  • Hace mucho tiempo que imagino este hipotético pasado como algo parecido a la infancia de la raza humana, cuando esos pariente lejanos nuestros necesitaron dioses del mismo modo que los niños necesitan padres, para que les expliquen el porqué de su existencia y les den reglas y límites.
  • Esperar es pensar, y pensar a fondo es, en muchas ocasiones, cambiar de opinión.
  • Lo que más me importaba en este momento era continuar, escribir el siguiente capítulo del libro de mi vida.
  • Así pues, el único camino, la única manera de sobrevivir como artista, era entender el sendero literario en el que yo estaba, aceptar el viaje que yo había elegido y continuar por ese camino.
  • El ataque a cuchillo nos decía cuanto necesitábamos saber sobre la vida interior del A.
  • Nos abrazamos, diciéndonos sin necesidad de palabras que estábamos allí el uno para el otro, que habíamos superado la pesadilla y todo estaba bien.
  • Era una felicidad herida, y había además, quizá para siempre, una sombra en un rincón de esa dicha.

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