Un viejo que leía novelas de amor de Luis Sepúlveda, esta novela nos presenta a Antonio José Bolivar Proaño, un habitante del pueblo del Idilio, en la región amazónica de Ecuador.
Nativo de la sierra, se va a vivir a Idilio con su esposa, pero ella muere al segundo año debido a una enfermedad causada por las lluvias. Antonio José se da cuenta un día que sabe leer, no sabe escribir pero sí sabe leer.
Y es así como poco a poco lee todo lo que llega a sus manos, hasta que llegan las novelas de amor, las que le hacen sentir cosas que jamás sintió.
Quien provee las obras literarias es el dentista Rubicundo Loachamín, quien viaja cada seis meses para revisar a los pobladores.
Lo más importante de la historia sucede cuando un gringo muere a causa de un depredador a quien éste buscaba robarle sus crías.
Así, asignan a Antonio José Bolivar Proaño para cazar al animal, mostrándonos durante la búsqueda como es el equilibrio entre la selva y el ser humano, esas líneas delgadas en las que en cualquier momento se puede perder la vida ante la fuerza de la madre naturaleza.